viernes, 25 de mayo de 2012

Cabo la Brigada de Caballería BRC “Jarama” I


  Uniforme de representación,1.987

   Gracias a algunos de los complementos que lo integran, éste bien podría ser considerado como uno de esos uniformes de carácter “transicional”  habidos Ejército de Tierra en tiempos relativamente modernos , es decir, el vestido “circunstancialmente”  por el soldado  durante un breve periodo de tiempo; aquél comprendido  durante el proceso –más o menos largo- de cambio o adaptación a los tiempos actuales, de una antigua disposición normativa sobre  uniformidad, eventualidad que le han convertido en un uniforme cuando menos curioso o poco conocido, pero  se ha de insistir  en que debido a determinados detalles que posteriormente desaparecerían del mismo.


   Nuevamente, fue en el año de 1.986 cuando por  la Orden Ministerial  38/86  de 28 de Abril, se adoptó el uniforme presentado en la imagen, antiguamente denominado de servicio o paseo (“romano”, bonito”, etc., etc. en la jerga popular) y en adelante, llamado de representación, determinándose claramente en la orden que así lo reglamentaba, el aspecto y características en concreto que debían de presentar  a partir de la fecha, las diferentes boinas a llevar –en su caso- con él en la cabeza (alzado al lado derecho de la cabeza, emblema metálico completamente dorado y posicionado sobre una “galleta” rígida, etc. ,etc.) sin embargo, el Cabo de la imagen, pese a lucir la característica boina negra representativa de las unidades acorazadas ya con el preceptivo alzado a la derecha (esta boina remplazó  a su predecesora, la denominada boina “Vickers”,de estilo británico y alzado a la izquierda, única en su género hasta entonces en el Ejército de Tierra español) las tradicionales lanzas identificativas del Arma de Caballería son de material termoplástico y en color blanco ( durante la primera mitad de los años ochenta, en muchos casos, el color plateado era sustituido por blanco, dado que el primero no terminaba de adquirir –industrialmente- una tonalidad y apariencia válidos)  es decir, las que se adoptaran a partir del año 1.982 para la sustituida boina Mod. “Vickers”, y ello pudo ser debido, en cierto modo o gran medida (dado que  tampoco  existe en parte alguna, explicación, razonamiento o justificación escrita  al respecto) a que las nuevas disposiciones implantadas en aquellos momentos (sobre todo la que hacía expresa referencia al color dorado del metal de los emblemas) contravenía el tradicionalmente característico color plateado de las lanzas del Arma de Caballería, por ello y en tanto se  determinaba finalmente el color del emblema a llevar en la boina negra privativa de las unidades pertenecientes al Arma de Caballería, más no disponiéndose por aquellas mismas fechas, de otro modelo de lanzas en vigor, se optó por continuar usando –cuando los emblemas metálicos ya se encontraban ciertamente generalizados- provisionalmente (aunque no fue así en todas las unidades) las referidas lanzas termoplásticas en color blanco situadas sobre un pequeño parchecillo ovalado, el cual, finalmente, sería sustituido por unas lanzas doradas  (contra toda histórica tradición establecida) sobre “galleta” rígida que son las actualmente vigentes.
   De igual modo, el Cabo presenta sobre las hombreras de la nueva guerrera, las divisas propias de su empleo y graduación, en este caso, según entonces innovadoras disposiciones, de tipo metálico….más prácticas y estéticas, aunque a  no todo el personal del ejército le pareció acertada esta variación (existen diversas explicaciones al respecto, vertidas con más o menos criterio o fortuna: la más “generalizada” –o así entendida- es la que sostiene que la modificación de divisas era para “modernizar” las propias del Ejército de Tierra español, haciéndolas “equiparables” en estética y funcionalidad a como las ostentan muchos ejércitos dentro de  la OTAN/NATO) y que por tratarse de un componente del Arma de Caballería, presenta en los galones los sutás o separadores en el  reconocible y propio color azul purísima, detalle  este importante y significativo, ya que precisamente la nueva reglamentación del año 1.986 de la que nació este uniforme, terminaría –siempre buscando una supuesta “equiparación”, en la que se intentaba ”armonizar” criterios  mediante una unificación de aspectos varios- convirtiéndolos en color negro, como cualquiera de los galones de Cabo y  tipo genérico, con lo cual, el Arma de Caballería perdería finalmente desde 1.986 un segundo elemento privativo de tradicional identidad.


   Muestra, por encima de la tapa del bolsillo izquierdo (paradójicamente, hasta mediados de los años ochenta, este tipo de emblemas nunca reglamentarios, pero sí consentidos, fueron llevados al lado contrario, esto es, sobre el bolsillo derecho. La modificación vendría dada por una variación que sobre este tipo de elementos, se introdujo en el uniforme de instrucción y campaña) el último modelo de distintivo de especialización –en adelante, caería en desuso hasta la completa desaparición del mismo- que le acredita como destino táctico de servicio un Escuadrón de Carros de Combate (pudiéndose así, fácilmente deducir que la unidad de destino del mismo podrían ser los RCLAC,s “Santiago” nº1 , “Almansa” nº5 ó el RCAC “Farnesio” nº12) de la Brigada de Caballería BRC “Jarama” I, cuyo escusón  -en formato, hechura, aspecto, calidad  y modelo es el fuera adoptado en 1.981- aparece en la manga derecha de la guerrera.       

       Ha colaborado Don Diego de Rojas y Pastrana y DONPACO

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